Aunque las verrugas genitales (condilomas) no presentan un grave riesgo a la salud, son contagiosas y tienden crecer y diseminarse. Por lo tanto, lo ideal es atenderlas en cuanto se encuentran por primera vez.
No hay una cura definitiva para las verrugas; sin embargo, se pueden tratar con medicamentos tópicos (cremas, soluciones) o eliminarse mediante procedimientos quirúrgicos menores (electro-fulguración, congelación o láser). Cuando son muy grandes, puede ser necesario retirarlas mediante una pequeña cirugía de consultorio.
Afortunadamente existe una vacuna para prevenir el contagio por HPV y las verrugas genitales.